España en la Construcción Naval
- claudiadelacr
- 8 nov 2015
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Del sector naval en términos generales podemos afirmar que:
- Es una industria de síntesis: en el astillero (lugar de construcción del buque o del artefacto off-shore) se coordina y planifica el proyecto y se engloban todo tipo de conjuntos y subsistemas que integran el producto final.
- Se fabrica un producto singular: Cada buque o artefacto es diferente. En ocasiones se realizan series, aunque suele ser en la industria militar y aun así suele haber diferenciaciones entre ellos.
- El producto es de alto valor unitario: coste elevado.
- El período constructivo es largo: de varios meses a años. El período de construcción de un gasero suele ser de 36 a 44 meses, por ejemplo.
- Es muy sensible a los ciclos económicos: el estado de la economía repercute directamente en la cartera de pedidos.
- Existe un exceso de capacidad mundial y por consiguiente, una fuerte competitividad en el mercado.
Para comparar la cantidad de trabajo o producción que realiza un astillero se emplean las CGT (Compensated Gross Tones), el Arque Bruto Compensado. Este depende del tamaño de los buques fabricados (toneladas brutas) y de la sofisticación (coeficiente de complejidad dependiendo del tipo de buque). Estos cálculos los realiza la OCDE (Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos).
En España el exceso de capacidad actual es preocupante en esta industria. Los años con mayor volumen de actividad se registran entre el 2007 y el 2009. En este último año, las exportaciones en el sector de la construcción naval supuso más de 1.200 millones de euros en el sector privado.
Aproximadamente, entre 2008 y 2011, la construcción naval supuso en España una capacidad de producción anual de más de 300.000 CGT. El año 2011 fue el más difícil de todos, pues la producción de los astilleros públicos fue prácticamente nula y el sector privado la redujo en un 57 % respecto al 2008.
La cifra de empleo ha ido disminuyendo paulatinamente, aunque la capacidad en CGT se ha ido manteniendo. Ello ha sido debido a la aplicación de nuevas tecnologías y de un aumento de la productividad, además de un incremento de subcontrataciones (Industria Auxiliar) que han liberado al astillero de realizar actividades complejas y que necesitan tener especialistas en la plantilla (instalación eléctrica, pintura…)
La principal empresa que factura en el país es Navantia, aunque existen numerosos pequeños y medianos astilleros que son competitivos y rentables en su explotación. Aproximadamente se tienen en cuenta unos 19 astilleros de relevancia en nuestro país, aunque existen muchos más que son de pequeña producción.
Podríamos dividir el sector español en dos subsectores:
Astilleros de Nuevas construcciones de buques civiles y militares
Astilleros de reparaciones y transformaciones.
Internacionalmente destacamos por el diseño de buques multifuncionales y de artefactos para la extracción de productos petrolíferos. Aunque también se desarrollan en menor medida: buques quimiqueros, buques de investigación oceanográfica, de pasajeros y de carga (Ro-Pax), hospital, dragas, remolcadores, pesqueros, ferries…
Por otro lado, la alta competitividad existente nos coloca muy por debajo de otros países, ya no sólo europeos, sino los principales actores en este tipo de mercado: Corea del Sur, Japón y China.
La mala combinación de las restricciones y medidas impuestas por la Unión Europea y la apuesta que los gobiernos de dichos países dominantes han realizado por la industria naval, han hecho que la situación se torne a favor de los últimos, y no por los efectos del libre mercado como afirman algunos expertos.
Además hay que añadir la paralización de contratos que España sufrió desde 2011 en consecuencia a la apertura de expediente por la Comisión Europea en relación con el sistema de bonificaciones fiscales a armadores que se aplicaba desde el año 2002 (Tax-Lease).
Por último destacar en la industria militar el nivel de exportaciones alcanzado por nuestro país. Cerca de la mitad de la cartera de pedidos tiene como objetivo la exportación, ya que la demanda doméstica está muy debilitada.
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